Bullying y Ciberbullying
El bullying o acoso escolar es un tipo de violencia caracterizada por agresiones, ya sean físicas, verbales, sociales o psicológicas, que de manera repetida sufre un niño o un adolescente en el entorno escolar por sus compañeros, en el que existe una relación intrínseca de poder que tienen uno o varios agresores sobre otro que es el acosado o agredido.
- El bullying físico se refiere a conductas de agresión directa dirigidas contra el cuerpo o contra alguna propiedad de la víctima: pegar, empujar, robarle sus cosas, esconderlas, romperlas, ensuciarlas.
- En el bullying verbal se emiten conductas verbales negativas: insultos, apodos, calumnias, hablar mal de la persona.
- En el bullying social se intenta separar al compañero del grupo aislándolo, marginándolo, no permitiéndole participaren alguna actividad.
- En el bullying psicológico se daña la autoestima del acosado, se le crea inseguridad y miedo, con conductas tales como reírse de la víctima, desvalorizarlo, humillarlo, atemorizarlo.
En la actualidad, con el desarrollo de los medios electrónicos, como la computadora y el celular y el uso de las redes sociales, ha aparecido otra modalidad de bullying: el ciberbullying.
En él, se identifican comportamientos tales como insultos, envío de mensajes ofensivos, denigración, suplantación de la víctima, revelación de información comprometida, no dejar participar en las redes sociales, grabación de la víctima en situaciones que la víctima no querría dar a conocer y su difusión por las redes sociales, entre otras.
El Ciberbullying es aún más dañino que el bullying, ya que la víctima no puede escapar del ataque, la amplitud de la audiencia es muy grande, se le puede conceder a los acosadores la invisibilidad y el anonimato, y la duración del acoso es muy amplia, pudiendo permanecer meses o incluso años en los medios digitales.
Referencias
Borja, LEA, Becerra, MC y Lozano, SMM (2019). Bullying y ciberbullying: su relación con habilidades sociales en estudiantes de la Ciudad de México. Revista Intercontinental de Psicología y Educación , 21 (2), 139-164.
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